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¿Que es el cine venezolano?

cine venezolano

El cine venezolano ha sido en general un cine con pretensión de realidad social. Varios directores de la primera época de oro del cine en el país (70-80) así lo han afirmado.

Algunos lo relacionan con el neorrealismo italiano, surgido en la postguerra que buscaba, como su nombre lo indica. Una expresión de la realidad a través de un lenguaje audiovisual característico.:

Filmaciones en exteriores, ambientes de pobreza y desesperanza, el plano secuencia para simular el efecto de lo real.

Estos rasgos marcan un cine de contenido social, crítico. En el país se creó la Fundación Villa del Cine, para que velara por producir el nuevo cine que exige un proyecto de cambio, revolucionario. Es una de las mayores iniciativas en cuanto a concreción de políticas cinematográficas en nuestro país. A la fecha se han realizado 40 producciones, de las cuales 22 son de ficción. Sin embargo nos preguntamos si éstas muestran un cambio en la manera de presentar la realidad, manejo de los recursos audiovisuales

Una de las características fundamentales del cine influenciado por el neorrealismo es la presencia del plano secuencia como elemento de construcción de la realidad; de allí que se plantee la necesidad de establecer como objetivo principal de la investigación, la necesidad de analizar el uso del plano secuencia dentro del cine de ficción venezolano con el propósito de observar si la utilización del lenguaje de nuestras películas ha variado en el período comprendido desde la creación de la Villa del Cine en 2007   hasta 2013, periodo este que comprende los años que enmarcan el primer plan socialista de la nación.

 

¿Cuando se realizó la primera proyección del cine venezolano?

Según recoge el texto Panorama Histórico del Cine en Venezuela 1896-1993. La primera proyección cinematográfica que se llevó a cabo en nuestras fronteras ocurre el 11 de julio de 1896 en el teatro Baralt de la ciudad de Maracaibo, de la mano de Manuel Trujillo Durán; sin embargo no es hasta 1916 cuando el director Enrique Zinmerman incursiona con el primer largometraje del cual se tenga registro en Venezuela La Dama de las Cayenas o Pasión, es así como nace el cine venezolano.

En las décadas de los 70 y 80 hubo un repunte en la realización cinematográfica. En el documental de Sergio Marcano y Phillipe Toledano, La Edad de Oro del Cine Venezolano (2008), la Vicepresidente de Distribución de Cines Unidos, Marianela Zaleta, asegura que este repunte en la realización en nuestro país se dio, gracias a la posibilidad que tenían los directores locales de adquirir créditos estatales, al caracterizar esta actividad cultural como pequeña y mediana industria (PyMes) permitiendo así que el Estado diera su respaldo financiero. De allí nace el fondo de financiamiento de la cinematografía nacional, con aportes de Corpoindustria y Corpoturismo. En ese contexto se desarrolla el cine venezolano

El cine en Venezuela ha sido en general un cine con pretensión de realidad social. Esta característica de las películas venezolanas se demuestra en diversas declaraciones ofrecidas por directores de cine locales, quienes aseguran que nuestro cine en las décadas de los años 70 y 80, es un cine circunscrito en la vanguardia del nuevo cine latinoamericano y ampliamente influenciado por el neorrealismo italiano.

¿Cual es la principal influencia del cine  venezolano?

En una nota de prensa publicada por el Centro Nacional de Cinematografía (CNAC), ente rector de la Plataforma de Cine y Medios Audiovisuales y principal responsable de la actividad cinematográfica nacional se recogen declaraciones con respecto al movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano, dadas por el director venezolano Atahualpa Lichy (2013) quien asegura:

Una de las principales influencias de este movimiento fue el neorrealismo italiano, propuesta que se enfocaba en mostrar historias locales de los grupos sociales menos favorecidos, oprimidos por los contextos políticos y económicos de cada nación. En los filmes se dejó de utilizar actores reconocidos y no se buscaba el reconocimiento del mercado cinematográfico mundial. Fue el primer grito en contra del cine comercial y el primer acercamiento al llamado cine de autor.

¿A quienes influenció el neorrealismo italiano?

Sin embargo Lichy no fue el único venezolano influenciado por el neorrealismo, también Roman Chalbaud y sobre este particular Kaiser (2014) explica:

Podemos decir entonces, que desde su primera película, Chalbaud ha retratado con un realismo sin cortapisas y que no reniega de la influencia del Neorrealismo italiano de la época “el conflicto existente entre progreso y empobrecimiento, pues el progreso sólo alcanza a un reducido sector de la sociedad, dejando al resto inmerso en la marginalidad y la delincuencia como única forma de vida” (García y Méndez, p. 18). Esa marginalidad es otro de los temas recurrentes en su obra: prostíbulos, guaridas, pensiones, barrios, etcétera. Y claro, la marginalidad produce (o al menos así lo expone el autor, sin pretender ser un sociólogo) marginales y de estos, a veces nacen delincuentes. (p. 16).

 

¿Que Representa el Neorrealismo italiano para el movimiento de cine venezolano?

El neorrealismo italiano es un fantasma que flota sobre el alma del cine venezolano. Seguramente si se llevara a cabo un arqueo de las temáticas en películas venezolanas realizadas durante los años 70 y 80 encontraríamos muchas similitudes con el intento de abordar tanto estilística como narrativamente al neorrealismo italiano, dada la evidente influencia que ejerció en todo el continente. Este movimiento explica la cotidianidad tal cual es, desde aquella Italia de posguerra, encarando así al público con su propia realidad, su historia a través de una práctica cinematográfica simple y certera como lo explica Quintana (1997):

En el cine de Roberto Rossellini, Federico Fellini o Michelangelo Antonioni, la búsqueda de las segundas realidades’ será un objetivo fundamental. Rossellini se interroga sobre el misterio de lo sagrado, Fellini sobre la inexistencia de una línea divisoria entre lo real y lo imaginario, mientras que Antonioni investiga la realidad interior de sus personajes. A partir de caminos diferentes; los tres directores describen la realidad como un territorio ambiguo y llegan a la conclusión de que se debe destruir el realismo de las apariencias para investigar otras realidades que se esconden tras el mundo. La realidad no es solo aquello que vemos, sino lo que no vemos y que el cine puede revelar. Filmar lo invisible será uno de los grandes retos de la modernidad. (p.41.)

 

¿Cómo ha evolucionado del cine venezolano?

La evolución del cine venezolano en los últimos años ha sido marcada por el complejo proceso de transformaciones sociales que ha atravesado toda nuestra sociedad. Entre los años 2005 y 2013 somos testigos de dos hechos que marcan el cine venezolano.

En 2005 se promulga la nueva Ley de Cine y en 2013 ya la producción nacional llega a cifras históricas. En 2006 se inaugura la Fundación Villa del Cine cuyo primer largometraje Miranda Regresa de Luis Alberto Lamata, se lleva a cabo en 2007, año que coincide con la implementación del Proyecto Nacional Simón Bolívar, el Primer Plan Socialista de la Nación.

Siendo así, es importante revisar algunos de sus aspectos estéticos, considerando que este período puede llegar a ser el nacimiento de una nueva etapa del cine venezolano, que de acuerdo a los propósitos políticos e ideológicos que nos congregan, debe ser un cine para el fortalecimiento de nuestra identidad y un reflejo activo de la realidad social que vivimos.

Nuestro cine no debería estar sujeto a los cánones cinematográficos pautados por el modelo hegemónico audiovisual, donde se aprecia que el tiempo y el espacio se construyen a partir de la excesiva fragmentación de la estructura semántica de la película. Es necesario tener un cine coherente con nuestros propósitos ideológicos de auto determinación e independencia. En ese sentido, el uso del plano secuencia es un recurso expresivo acorde con el modo de representación que debe conseguir caracterizar nuestro cine.

 

¿Cuando inicia el movimiento del nuevo cine venezolano?

En la edad de oro del cine venezolano, el director de cine Venezolano Roman Chalbaud asegura que el movimiento del nuevo cine venezolano, inició con la llegada de Mauricio Walerstein y la realización de la película Cuando Quiero Llorar No Lloro. En su artículo en línea Debate ¿Cuándo envejeció el nuevo cine latinoamericano? Molina (2010) explica;

Desde finales de los años sesenta se formuló la concepción teórica del llamado Nuevo Cine Latinoamericano (NCL), la cual suponía el desarrollo de las distintas cinematografías nacionales —desde el Río Grande hasta la Patagonia— que se integrarían en un espacio común, como alternativa a la hegemonía comercial, estética e ideológica de la producción de Hollywood, pero también al tipo de cine comercial que se había hecho en las abatidas industrias de nuestros países, especialmente en México, Brasil y Argentina. De varias maneras se trataba de una expresión teórica y estética de las posturas que intervenían al calor de la Guerra Fría.

A la luz de la presente investigación haremos énfasis en uno solo de los aspectos a los que hace referencia el antes citado autor, el que concierne la postura estética y que esta postura estética, se expresa en un conjunto de características entre las que se pueden observar:

  • Tramas ambientadas por la clase pobre y trabajadora (clase proletaria).

  • Escenarios reales (y generalmente exteriores),

  • Presencia de actores no profesionales,

  • Situaciones relacionadas a la economía y a la moral de las sociedades de América Latina,

  • La exposición de sentimientos de frustración, pobreza y desesperación,

  • Poca planificación,

  • La carencia de vestuario, utilería y maquillaje y

  • La utilización del plano secuencia que confiere a una situación planteada la sensación de transcurrir en un tiempo real.

     

    Sobre este último rasgo Zavaleta Balarezo (2007) explica:

    … el uso del plano secuencia, la profundidad de campo, ciertos niveles de iluminación, todas constituyen herramientas estéticas y de representación fílmica que se van a ampliar y a volver indispensables en las sucesivas películas que se produzcan a la luz del neorrealismo: “Umberto D”, esa crónica de la soledad y del abandono narrada por De Sica; “Paisa”, y el encanto de su historia en tiempos de un conflicto global; “Alemania, año cero” y la certeza de la destrucción de la humanidad.

    Este conjunto de elementos que son característicos del nuevo cine latinoamericano, así como del neorrealismo italiano. Se cumplen de forma casi absoluta en el cine Venezolano de las décadas de los setenta y ochenta. A excepción de la presencia de planos secuencias; sin embargo, esto pudo haber cambiado en el presente. Ante la aparición de una nueva edad de oro del cine nacional. más aún en las producciones de la Villa del Cine que de alguna manera son la consecuencia evidente de las acertadas políticas en materia de desarrollo cinematográfico de nuestro país en los últimos años.