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Festival Le Prince

El último secreto de Brigitte Bardot

foto de la actriz brigitte bardot

Para hablar de Brigitte Bardot hay que recordar que los años 50 se consideran honrados y honorables punto más que los hombres, que tienen pocas responsabilidades y todos los derechos, son las mujeres quiénes deben serlo.

Esposas y madres: ese es su destino. sus sueños deben ser frigoríficos y cochecitos de bebé. podemos entonces entender la revolución de Brigitte Bardot.

No es que se opusiera a nada, simplemente le gustaba hacer las cosas a su modo. No vivía como los demás, no pensaba como ellos, ni hablaba de la misma manera.

¿Quién podría haberla imaginado como una leyenda en Mi hijo Napoleón o le portrait de son père? nadie excepto Vadim.

Brigitte Bardot, el arquetipo de mujer libre

Roger Vadim Plemmiannikov era un encantador eslavo que comenzó su carrera como periodista de Paris-match y qué escribía diálogos y guiones.

Al descubrir a Brigitte Bardot se dió cuenta de que era el arquetipo de mujer libre, inconformista y moderna.

Vadim ofreció ese icono subversivo al mundo en y Dios la creó mujer. la película fracasó en Francia pero tuvo un gran éxito en Nueva York.

Fue en América donde se descubrió a Brigitte Bardot, Brigitte Bardot, por casualidad, por irónica casualidad, ya que a ella nunca le importó su carrera, aunque fueran otros realizadores quienes la miraran, admirarán y sublimaran.

El diabólico Henry George Cluzot le ofreció en la verdad un papel maravillosamente dramático para una actriz consagrada: Brigitte Bardot se muestra deslumbrante, sincera e intensa.

Claude Autant-Lara le preparó para ese papel al reclutar a su opuesto, Jean Gabin, para En caso de desgracia, un oscuro drama burgués adaptado de Simenon en el que ella ya se mueve.

Un insulto que pasó a la historia

Es su indiferencia entre el mal, ante el pecado, lo que no pueden soportar sus detractores.

Una mujer la insulto en un ascensor: “¿qué es usted? no es más que una perra que no se respeta a sí misma como que carece del sentido de la decencia. afortunadamente, todavía quedan personas honestas en este mundo y un día acabaran con usted”.

Este incidente, vivido realmente por Brigitte Bardot lo retrató Luis malle en vida privada. Malle, El maravilloso agitador cinematográfico y poeta de los amantes, el fuego fatuo y Lancombe Lucien, qué había trabajado con ella tres veces analizó a Brigitte bardot y su destino en vida privada, una curiosa película que era el diario íntimo de una frágil estrella cuya existencia personal es un desierto. Con esta canción de amor y compasión, superior y fría, Malle le entregó un espejo a Brigitte Bardot punto el dolor fue grande y la experiencia cruel, pero ella lo supero magullada.

Después, otra vez a caballo entre la ficción y el ensayo cinematográfico, Godart prolonga la meditación cariñosa de Malle en El desprecio: en Capri, Brigitte Bardot, su marido, un amante y el cine bajo la atenta mirada de los dioses.

No se puede imaginar ni un solo instante a esa suntuosa obra maestra sin Brigitte bardot, que encarna la mujer fotografiada en todo su esplendor, como nadie había hecho antes, como un ser inteligente, intuitivo y profundamente capaz de asomarse al corazón del hombre.

¿Qué le tiene reservado la posteridad? su cuerpo en movimiento, en sus muchas películas desiguales como ese rostro abierto que oculta un secreto como una forma de vivir la vida.